- La Dame aux Camélias
- Alexandre Dumas (hijo) [Francia]
- Primera edición: 1848
- Novela/Memorias
¿Mi flor favorita? Las camelias. Y, ¿mi historia de amor favorita? La Dama de las Camelias. Y la verdad es que una cosa no conecta realmente con la otra. Las dos llegaron simultáneas, por así decirlo. Pero no me gustan las camelias por el libro, no me gusta el libro por las camelias. Sin embargo crean en mí una armonía preciosa. Algo difícil de explicar, porque nunca he visto una camelia. Y a veces creo que moriré esperándolas.
“Tenía los cabellos negros, brillantes, como de seda. La piel blanquísima y las mejillas arreboladas. Miraba al mundo a través de unos ojos que cautivaban corazones. Se llamaba Alfonsina Duplessis, pero le gustaba que la llamaran Marie, y usar una camelia adornando su corpiño. Tenía 22 años. Estaba mortalmente enferma de tuberculosis. Y era la prostituta más famosa de París.”
Aunque casi siempre leo los prólogos, es raro que les ponga atención. Aún más raro que una de las frases del prólogo sea una de mis favoritas. La primera para ser precisos. Pero hay perfección en estas palabras, tienen una fuerza poco esperada. Por que no me cuesta ningún trabajo imaginar a Marie, altiva, hermosa, deseada, dulce, y al borde de la muerte. Una vida llena de amantes pasajeros que llenaron su alcoba de preciosas telas y muebles, pero acabaron con su vitalidad y su salud. Una vida glorificada por la prostitución. Una vida real. Marie Duplessies fue una cortesana francesa, condesa de Perregaux, que además de “La Dama de las Camelias”, también fue inspiración para “La Traviata”.
Como historia es, aunque maquillado, el tortuoso relato del paso de Marie por la vida de Dumas. Una mujer que había visitado muchas otras vidas, muchas camas, muchas noches en brazos ajenos, llegó a la vida del escritor como una ráfaga de catástrofe. Pero ella, que había sido gloria y fama, al final fue una vela consumada. Enferma de muerte contrajo matrimonio con un antiguo protector, el conde de Perregaux. Y, finalmente, fue la tuberculosis la que terminó con su vida. Triste lamento, triste entierro. Ya que, a pesar del incontable número de amigos y amantes, su funeral fue asistido sólo por su sirvienta y su marido.
Pero, dejando de lado la realidad distorsionada de Dumas y dándole la cara al libro y sus imágenes: tenemos París frente a nosotros. Sus magníficos teatros, sus lúgubres calles, sus confortables cafeterías, el olor de los burdeles, la peste de las cloacas, la peste de las enfermedades. La sífilis, la tuberculosis, los olores del mundo en movimiento. El movimiento del teatro más grande del mundo. Es Francia, es París donde la encuentra, donde la ama. Y son Margarita y Antonio Duval quienes aman en secreto. Y es ella quien debe vender caricias para pagar a los acreedores y es él quien ya no soporta este negocio. Pero Margarita se ha levantado del polvo, ha escapado de su padre cruel, ha escapado del manto de miseria para refugiarse en el esplendor de sus amantes. En los vestidos y los perfumes. No puede dejar todo eso, toda la lucha, por un simple hombre que jamás cubrirá los gastos que una cortesana implica.
“Su rostro era serio, su sonrisa imponente, y con sólo verla andar, podía decirse lo que dijo Elleviou un día de una dama de la corte: Evidentemente, es una mujerzuela o una duquesa.”
Una mujer tan imponente que muere llana de deudas, y son las damas más virtuosas las que van a su piso, a comprar aquellos vestidos y adornos que sedujeron a sus esposos y amantes. Por que así comienza el relato, Margarita ha muerto y sus cosas son preparadas para una subasta. Aquellas damas que se precian de poder caminar con la frente en alto, visitan el piso de la cortesana bajo la excusa de no saber a quienes pertenecen esos soberbios muebles, traídos de las Indias y China.
La camelia más bella de la primavera ha muerto, completamente sola, con los acreedores tocando la puerta. Y su amante más fiel, Armando, se sabe culpable de esta soledad. Por que es el sacrificio y la dignidad lo que la han alejado de ella. Fueron los malentendidos y el orgullo lo que la condujeron a la tumba. Si buscas en internet encontrarás que esta novela es sobre prostitución y sacrificio, y tal vez, desde un punto de vista muy frío, lo es. Sin embargo también existe aquel amor fundado en el deseo y aquellos celos atroces procedentes de la traición. Es desesperante no entender lo que pasa. Por que la historia es relatada por Duval, afiebrado por el dolor, peto otra parte del relato son cartas de Margarita, llamándolo desesperadamente mientras él está lejos. Lejos de ella. Lejos de la única persona a la que ama y no debe, por que es bella. Y esa belleza es la belleza de una cortesana que pertenece al mundo.
“Además cuando Dios permite el amor a una cortesana, ese amor que al principio parece perdón, casi siempre se convierte para ella en un castigo. No hay absolución sin penitencia.”
El uno para el otro, eran un dolor permanente. Un amor lleno de reproches. Por que ella tenía a cuestas un pasado demasiado pesado, y a pesar de que él estaba dispuesto a ayudarla a cargarlo, existen cosas más fuertes que esa disposición. La familia, el orgullo. Y de nuevo el abismo de cosas no dichas y verdades no entendidas. Y Margarita enferma, redactando con su último aliento largas cartas en espera de Armando. Largas cartas, que son explicaciones de aquel vacío de dulzura. Es lo bello de esta historia, lo que la caracteriza. Por que podemos leer Santa o Naná, también son novelas de prostitución y sacrificio, como dice Wikipedia. Pero el encanto y la dulzura de Margarita son incomparables, ella no presenta la frivolidad característica de las cortesanas. A ella de verdad le importan sus amantes, los corazones heridos que ha dejado a su paso. No los aplasta, no los patea. Eso es lo que encuentra Armando en ella, una mujer escondida tras camelias.
“Al fin y al cabo, no tiene uno que sentirse desdichado siempre. Cuando pienso que podría no morirme, que vuelva usted, que vea nuevamente la primavera, que me ame todavía y que reanudemos nuestras vidas del año pasado.”
Se encuentra en varias
editoriales a diferentes precios
Disponible en:
-Gandhi
-El Sótano
-Porrúa
-Fondo de Cultura Económica
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