- Never Let Me Go
- Kazuo Ishiguro (Reino Unido/Japón)
- Primera Edición: 2005
- Novela
(Sé romántico. Sé romántico. Sé romántico.
Ok… aquí vamos.)
Cuando
manejo hoy a través del campo, aún veo cosas que me recuerdan a Hailsham. Puedo
pasar por la esquina de una llanura borrascosa, o ver parte de una casa grande
a la distancia mientras bajo por la ladera de un valle, o incluso un
alineamiento singular de álamos en las faldas de una colina, y pensaré: “¡Tal
vez eso es! ¡Lo he encontrado! ¡Esto de verdad es Hailsham!” Luego veo que es
imposible y sigo manejando, mis pensamientos navegando a otros lares.
Busqué este libro por bastante tiempo, sin
éxito. Estaba agotado, me decían, por la publicidad obtenida con la versión
fílmica. Por esta razón terminé comprando sin pensarlo el primer ejemplar que
vi; aunque estuviera en inglés. Hasta ese momento (antes de entrar a la
universidad), leer en inglés era una cosa que no sucedía a menudo, y
representaba un reto. Aún recuerdo mi fallido intento por leer la versión
original de El Último Mohicano, pero
esa es otra historia. El caso es que compré una edición en inglés sin saber
mucho del estilo del autor, lo cual es peligroso. Nunca sabes bajo que nombre
se esconde uno de esos escritores de diccionario, criaturas malévolas que te
fuerzan a revolver enciclopedias para comprender. Sin embargo, no solté el
libro en cuanto lo abrí. El lenguaje era simple, maravilloso y fluido; claro
como las aguas del lago que yace en el centro de Hailsham.
Debo admitir que yo también me enteré de
la existencia de este libro gracias a la película; pero terminé nunca viéndola
y teniendo un miedo severo de hacerlo. No quiero arruinar la visión que hay en
mi cabeza. Los personajes de Ishiguro están coloreados de una forma muy sutil,
muy entrañable. Vivimos en un mundo donde escritores de tres pesos —como
Nicholas Sparks— hacen millones con sus tibios melodramas. Simples hojas de
papel donde el amor es travestido por una pasión estúpida. Espero que alguno de
ellos haya leído esta novela y decidido dejar de escribir, o bien empezar de
cero con una visión nueva. Las alturas de esta obra son tales. Es un libro que
sabe de lo que trata el amor entre personas tímidas, destinadas a un futuro
frío. Lo sabe bien, te lo muestra, te esperanza y te desmorona como un terrón
de azúcar.
Tanto como
su existencia incomodara a la gente, su mayor preocupación era que sus propios
hijos, parejas, padres, amigos, no muriesen de cáncer, enfermedades motoras o
cardiacas. Y por un largo tiempo se les mantuvo en las sombras. Y todos
hicieron su mejor esfuerzo por pretender que ustedes no existían.
La historia nos narra las vidas
predestinadas de tres personajes, y del triangulo amoroso que protagonizan a lo
largo de los años. Es un triangulo amoroso absurdo, porque nacieron para morir.
Son, en el estricto sentido de las palabras, un receptáculo de órganos. Clones
hechos para donar. Sin importar cuantos nudos se enreden y desenreden entre
ellos, el río desembocará en el mismo mar. Si tan sólo alguien se dignara a mirar
dentro de las almas de estas personas, y ver que son efectivamente personas,
dice uno mientras lee. Si tan sólo algo pudiera ser diferente. Esa es la luz
—pequeña, imposible— que guía la trama de Ishiguro.
La novela está escrita a manera de
memoria, y no creo que eso sea incidental. Cuando llegamos a la historia, ésta
ya va expirando. Todo ha sucedido ya; y aunque nosotros no sabemos de qué
manera termina, sí sentimos una losa de niebla inconfundible sobre los hombros:
el peso del pasado irremediable. Leer este libro es como ver tu vida pasar ante
tus ojos mientras tu bote se acerca a una cascada. Es desesperante la lentitud
con que los personajes manejan sus sentimientos uno hacia otro, pero también es
más realista de ese modo. Las lágrimas y los besos son callados, casi
escondidos de un mundo que se niega a creer que puedan amar. Y pues, ¿acaso no
es eso el epítome del tímido amor adolescente?
Contrario a lo que se puede pensar, el
título del libro no se refiere precisamente al romance. Nunca me Abandones es algo que muchos personajes podrían decirle a
otros dentro de la historia, o incluso a sí mismos. El destino juega como un
personaje más, bloqueando sentimientos, imponiendo kilómetros, negando
oportunidades. Kathy, nuestra narradora, lentamente se va abandonando a sí
misma, dejando que el viento de los años amenace sus deseos y sueños en
silencio. Quizá no sea el libro más pasional —es demasiado callado y oscuro
para eso—, pero la dosis de nostalgia y deseo que Ishiguro inyecta a los personajes
es justa, casi perfecta. Su mescolanza de romance, tragedia, silencio, pequeñas
peleas que se alargan por años, deberes aciagos que te alejan de lo que
quieres, y un eterno etcétera, se acerca mucho, demasiado, al verdadero amor. Y
logró eso, encima de todo, en una novela de ciencia ficción. Al final de mi
edición hay tres hojas totalmente en blanco. Quería mencionarlo porque me
parece perfecto. Al terminar de leer algunas historias como ésta, hay un tiempo —no del que está en el reloj, sino
del de nuestros corazones— en que uno no puede decir absolutamente nada.
Esa es casi toda la reseña. Si, les
recomiendo que lean el libro. Muchísimo. Pero por hoy, también, les recomiendo
que no se abandonen. Si hay algo que quieren, búsquenlo. Es casi una obligación
para nosotros, que no estamos destinados a morir en una fecha marcada en el
calendario. Si elegimos vivir el presente, quizá, al final del camino, no
tengamos sólo memorias lindas, sino tranquilidad en el alma.
Hablaba con
uno de mis donadores el otro día, y él se quejaba de cómo las memorias, incluso
las más preciosas, se disipan tan rápidamente. Pero no estoy de acuerdo. Las
memorias que valoro más, no creo que puedan difuminarse jamás.
Feliz 14.
Anágrama: $345
Anagráma (colección compáctos): $203
Vintage International (Edición en Inglés): $129
Disponible en:
-Gandhi
- El Sótano
- Porrúa
- FCE
Nota: Edición en inglés sólo disponible en Gandhi
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