- Twilight
- Stephanie Meyer [E. U.]
- Primera edición: 2005
-
Novela
(Toma aire, toma aire… ok. Va.)
Nota: Antes de que decidan odiarme y lanzar
la computadora por la ventana, o demandar al Blog, o dejar de seguirnos [o
armar un drama como el que mi querido colaborador me está armando ahorita], háganme
la gracia de leer primero; ya después emiten juicio.
Al decidir hablar sobre literatura no podemos
abordar sólo clásicos y obras maestras; no se puede tener una noción de lo que es bueno sin
definir antes lo que es malo. Crepúsculo
es el mejor ejemplo de esto. Antes de comenzar a decir que sus fans son unas
estúpidas analicemos en qué contexto se encuentran: son pubertas de trece años
totalmente vulnerables a cuanta porquería es creada en el mundo. No les podemos
exigir que se creen un criterio inteligente si lo que tienen más a la mano es
una serie de vampiros que brillan como hadas. Dentro de todo, no es su culpa.
Al leer crecemos como personas. Libros que yo
encontraba fantásticos a los doce años ahora me parecen totalmente absurdos.
Libros que odio ahora podrían llegar a gustarme en unos años. Definirse es
limitarse y limitarse es morir; en palabras de Rosario Castellanos. No podemos
encasillar algo como malo “sólo porque sí”. Cientos de personas desprecian este
libro y otros cientos lo aman; los vemos en todas partes. Redes sociales y
páginas de internet dedicadas a difamarlo o engrandecerlo. Las posiciones con
respecto a él son increíblemente extremistas. Hay quienes lo odian a muerte, se
burlan de él y de quien lo lee; y hay quien lo defiende como su castillo
fortificado. Lo cierto es que son muy pocos los que pueden dar razones, el odio
injustificado –hacia un libro, una serie, un grupo musical– es demasiado fácil
de extender. Lo difícil es defender la causa. Yo, al igual que muchos otros,
creo que no sólo el libro –sino que la idea en sí–, es una completa porquería.
Pero a diferencia de muchos tengo razones para creerlo, y nunca es tarde para
darlas.
Por
si se lo preguntaban, sí. Sí leí el libro. Eso es la primera gran diferencia
entre mi punto de vista y el de miles consagrados a odiarlo. Y otra gran diferencia es que lo leí con la
mente abierta, sin ninguna crítica externa porque lo leí antes de que fuera
conocido. Por si se lo volvían a preguntar, no. No leí la saga completa. A
decir verdad mi decepción, al terminar de leerlo, fue enorme. Fue una compañera
de la secundaria quien me lo sugirió. Lo dibujo ante mi como una ‘historia de
amor hermosa’. Con esa descripción cualquiera hubiera desechado la idea, pero
la chica que me lo recomendó era de esas pocas personas que me hablaban en
aquel momento de mi vida. Además, era muy inteligente. Así que no estaba en
posición de rechazar a una amiga, compré el libro. Lo arrumbé en mi librero
casi dos meses. Salí de la secundaria y lo leí durante las vacaciones. Lo
terminé. Lo volví a arrumbar.
En
primera instancia no causo absolutamente nada en mí. No hubo rencor, ni crítica
alguna. Sencillamente fue. No me pareció tan maravilloso como me lo había
descrito, lo deje bajo el adjetivo de ‘trillado’. Al llegar a la preparatoria
eran pocas las personas que lo conocían, al menos las primeras semanas. Después
la película llegó al cine y a mí me arrastraron a verla. Fueron, siendo muy
sincera, las peores horas de mi vida. Pero lo peor vino después: el boom
comercial causado por la saga fue la gota que derramó el vaso.
Son
muchas cosas las que me molestan de este libro. Pero creo que más que enojarme
me entristece saber que dejamos a generaciones futuras la imagen de que somos
unos seres vacíos, carentes de imaginación y con un lenguaje francamente pobre.
Sólo piénsenlo: de los griegos tenemos tesoros como son La Ilíada y La Odisea; de
España nos ha llegado El Quijote,
como el inicio de la novela española y como el punto culminante de la
literatura; Inglaterra nos dejó a Shakespeare y un caudal de obras que no
tienen caducidad, ayer mismo un escritor mexicano abandono el mundo dejando como
rastro de su existencia algunas de las obras más emblemáticas de nuestro país. Todo esto es un bagaje cultural que nos da un
valor como nación, pero también nos da un sello a nivel mundial. Se llaman Clásicos
y es por algo; son obras indispensables que pintan un paisaje de la época. Dan
un punto de partida a los estudiosos para definir como era cada una.
¿Pueden
ustedes imaginar a Crepúsculo como
parte de estos Clásicos? Yo no. La historia no aporta nada, sus descripciones
son mediocres, sus personajes chuscos, los problemas absurdos, el desarrollo es
demasiado fácil. Escribir no es fácil y si sientes lo contrario entonces estás
haciendo algo mal. No digo que todos los libros deban ser obras maestras y
realistas. La fantasía es una temática maravillosa, pero aporta algo. Nos da la
capacidad de creer, de volvernos niños de nuevos, de abrir ventanas y dejar que
nos rodee lo imposible. Harry Potter es
el mejor ejemplo de esto. La historia es sencilla, su construcción y su
desarrollo no encierran tanta filosofía como muchos quisieran. Es un libro
ideal para acercarse a la lectura. Deja enseñanzas precisas sin llegar a ser
aburrido o chocante. El choque llega cuando los medios se dan cuenta de que
funciona como estrategia comercial. Entonces hay adaptaciones en película,
caricaturas, vasos, muñecos, artículos de colección, ediciones especiales y un arsenal
de cosas que resultan absurdas.
Crepúsculo es
absurdo porque su misión es vender. No deja nada que valga la pena valorarse
además de una aburrida historia de amor. La idea ni siquiera es original, ya se
había escrito en un libro llamado El beso
de plata de Annette Curtis Klause, publicada en 1992. No puedo decir que
Meyer se haya inspirado en este libro. Sinceramente lo copió tal cual y después
decidió llenarlo de adjetivos melosos y rebuscados. Pudo haber detenido esto,
pudo haber dejado de mancillar su apellido y al mundo literario dándole un fin
a la saga con el segundo libro. Pero no. Ella no es una escritora, tan fácil como
eso. Escribir sólo por qué sí no lleva a ninguna parte, pero escribir sólo por
dinero es algo asqueroso. Nuestro autor del mes también pertenece al género
fantástico y, si bien es cierto que publica libros dos veces al año, no por eso
rebaja y pervierte el lenguaje. No retoma ideas huecas y tampoco insulta a su
público con denotaciones sexuales que den venta. Meyer hace esto, Stephen King
lo dice y es muy cierto. El público de la autora son en su mayoría chicas con
más fantasías sexuales de lo que nos gustaría admitir. ¡Por el amor de Tehlu!
Su personaje principal es un vampiro de piel pálida y musculosa, y si tus mejores
adjetivos para describir a tu personaje es “callado y misterioso” de verdad
necesitas un curso de redacción, un diccionario como mínimo.
¿Y
que tenemos como contraparte? Una chica “sensible, desencantada, ingenua y
reprimida”, que busca “amor verdadero”. Denme un balde que me vomito. Y ¡claro!
Tienen problemas porque pertenecen a “mundos diferentes”. En serio, me urge ese
balde. Y tenemos toda una descripción vampírica que probablemente provocó
que Bram Stoker se revolcara en su
tumba. Aunado a problemas familiares tales como “tu hermana me quiere chupar la
sangre” y problemas amorosos, el tercero en discordia no puede faltar, “Amor, ¿qué
crees? El hombro lobo también quiere cogerme”. El personaje de Bella noséque [Swam (¿), no
esperen creo que esa es una marca de jamón] funciona para atraer hordas de
chicas con complejo de ‘nadie me quiere’ y hacerlas valer por su ‘belleza
interior’. Claro, antes tienen que comprar cuanta baratija encuentren para que
esa ‘belleza interior’ emerja (y favor de dejar su dignidad en paquetería).
Citando
un argumento a su defensa que encontré en internet:
“Porque
se creen los más cultos de todos y menosprecian lo que no les gusta. Pero quien
ha leido el libro de verdad sabe que es genial, es lo mejor, es único!!! Es una
gran historia de amistad y por encima de todo de el amor verdadero!!! No tengo
palabras para describir lo que esta saga significo para mí...!!! estare
eternamente agradecida a Meyer por cambiar mi vida de este modo!!! Tal vez
suene exagerada pero te puedo asegurar que si lees la saga con la mente abierta
(no como alguna gente que lo lee solo para encontrar criticas, es decir con la
mente cerrada) me entenderas.
No
vale la pena hacer caso a las criticas destructivas pues solo son eso: criticas
de gente que piensa que lo único bueno es lo que les gusta a ellos y ni
siquiera son capaces de respetar a los que opinan diferente (no todos, pero la
mayoria).”
NO
ES ÚNICO, NO ES ORIGINAL, NO ES BUENO. No se trata de ver quién es más culto y
quién no; aquí vemos el criterio de toda una generación. Un criterio que da vergüenza.
No es amor, son hormonas. ¿Quieren amor? Lean La dama de las camelias, El amor en los tiempos del cólera, Nunca me abandones, los cuentos de
Bécquer. ¿Quieren amistad? Existe La
sinfonía del tiempo breve, Platero y yo, Historia de una paloma y el gato que
le enseño a volar. ¿Quieren vampiros? Lean Drácula, El beso de plata, Entrevista con el vampiro, El pasaje. Opciones
hay muchas, pero si se limitan a defender lo indefendible sin prestar más
argumento que un simple ‘es genial’, entonces el problema no es tanto el libro
como su lector.
No
me creo culta, pero sé escribir de una forma más entendible que eso. No me creo
culta, pero valoro mi cerebro. Dar una opinión es más que insultar la de
alguien más. Si leíste un libro y no puedes siquiera aprenderle algo a la
ortografía entonces el problema ya es de comprensión como lector. No es malo
tenerle gusto, lo malo es enfrascarse sólo a esto y no darle paso a verdaderas
joyas literarias. Sin embargo, considero mucho peor el criticar el libro con un
lenguaje usado de una forma tan decadente como quien lo defiende y bajo el
argumento ‘porque es una porquería’.
La
idea es poder presentar una opinión y tener los medios para defenderla. Antes
de juzgar algo es necesario pensar un poco las cosas. Eso es lo único que Crepúsculo me deja, la intolerancia de
los unos y los otros, el materialismo
llevado a lo exorbitante, y lo triste que resulta el declive de nuestra
literatura.
“En el exterior, el día era
brumoso y oscuro. Perfecto. Edward no tenía razón alguna para no asistir a
clase hoy. Me vestí con ropa de mucho abrigo al recordar que no tenía la
cazadora, otra prueba de que mis recuerdos eran reales.”
Espero
que Meyer se ahogue algún día con ese cliché de “it was a dark and stormy
night.”
Ahora
sí, voy por el balde. Permiso.
Tú pudiste leerlo, yo leí la primera página y me aburrió :l
ResponderEliminarpor cierto te faltó Polidori xD
Es una terrible saga sin duda. Lo digo yo, que fui FAN de ella durante mas o menos 2 año de mi vida, leí todos los libros tres veces y vi todas las películas al menos una vez, (la primera la vi hasta el cansancio) sin embargo, no puedo tirarle tanta mierda como tu porque yo le estoy infinitamente agradecida de una cosa. Me hizo leer y gracias a esa saga y sus incontables menciones de cumbres borrascosas, fui y leí el libro de Brontë y a partir de ese instante he estado encadenada a los libros. Actualmente voy a estudiar letras y de mis autores favoritos van desde Bukowski a Lovecraft, de Tolstoi a Gustave Flaubert.
ResponderEliminarNo importa de mucho,solo quería compartir mi historia y demostrar que bueno, al final, las sagas adolescentes en ocasiones pueden dar grandes beneficiosos a sus lectoras pubertas, como yo lo fuí.