sábado, 12 de mayo de 2012

La última hora



·  The 25th Hour
·  David Benioff [EU]
·  Primera edición: 2000
·  Novela
                           
Una oportunidad para pelear contra todos uno a uno, al matón, al loco del tren, a todos, y dejarlos heridos o humillados, o incluso perder las peleas, pero con nobleza, y ganarse el respeto de todos lo que se lo han negado. «Quiero paz» piensa por las noches. «Quiero paz.» Pero luego sueña con la guerra.

Este es otro de esos libros que nunca busqué; sólo parecieron caer encima de mí y no dejar ir. Al parecer no hubo muchas personas que sí lo buscaran, porque lo encontré en un remate de libros al irrisorio precio de $20 —había una pila de ejemplares. Sinceramente pienso que fue falta de publicidad, pues el libro tuvo éxito en su país y hasta inspiró una película protagonizada por Edward Norton (quien parece divertirse contrarrestando su cara de niño bonito con personajes criminales). La solapa trae una pequeña biografía de Benioff, de quien dicen ha publicado artículos en Maxim. Sí, lo sé, también estuve a punto de soltar el libro ahí mismo, pero la portada me llamaba por alguna razón, y decidí hojear el primer pasaje. Me encontré con una descripción cruda y bien hecha de los lados bajos de New York, acompañada de dos viciosos y un perro malherido. Se leía bien, parecía interesante, y el precio —como ya he dicho— era una fruslería. Eso fue todo; me lo llevé a casa.

Como ya he dicho, normalmente leo 2 o 3 libros a la vez, aunque me rezago con mucha facilidad. Realmente encuentro que, con la escuela encima, es la única técnica que permite sobrevivir. El caso es que tenía mi fila muy bien organizada, pues había pasado los últimos meses haciendo compras hormiga en librerías de viejo y puestos clandestinos. Había por lo menos 5 libros esperando su turno, y no eran precisamente libros que se me hiciera pesado leer. Pero en cuanto —ya en casa— abrí la bolsa del remate e hice el recuento de mis adquisiciones, volví a sentir por ésta novela una inquietud extraña. Quizá es por su brevedad, que te hace sentir que no hay problema en escabullirla entre la fila; total, la terminaré en 3 días, piensas. Terminé de ordenar el librero y, resuelto cual fugitivo, comencé el trayecto de las últimas horas de libertad de un hombre descarriado.

La historia va de tres amigos, y se sitúa en un solo día. Tenemos a Jakob, un solitario y poco agraciado maestro de preparatoria con un gusto peligroso por una de sus alumnas. Tenemos a Slattery, robusto y exitosísimo accionista de Wall Street quien ha desarrollado una escala para medir cuán deseable es un hombre soltero; y se ha puesto a sí mismo como el macho alfa. Y tenemos a Monty, el eje de todo. No sólo del libro, sino del universo entero en el que estos personajes giran. Monty siempre fue el chico al que todo le salía bien; las peleas, las chicas, la apariencia. Pero fue ambicioso, deseó poder llamar a New York su patio trasero, recurrió a caminos equivocados y la mano segura de la policía federal lo estrujó un buen día, mientras él pasaba un rato tranquilo en su apartamento. Los polis le dieron un trato, sin embargo. Con el bar de su padre como fianza, le dejaron pasar su juicio en libertad. Ahora, empero, ha sido condenado a 7 años, y en unas horas debe acudir ante el autobús que lo lleve a esa tumba viva que es la prisión.

Una mujer lucha con su paraguas, intentando enderezar las varillas torcidas mientras la nieve se acumula sobre su cabello rojizo despeinado. Él la observa debatirse y se enamora de ella. Jakob siempre se enamora de las mujeres que ve a través de las ventanas, sobre todo cuando muestran ese aire serio de determinación, caminando tristemente a donde sea que vayan. «Que nunca es mi camino», piensa melancólicamente y luego entorna los ojos condenando su propia conmiseración.

Pero no es una simple novelita policiaca. Tampoco es El Padrino, aunque hay personajes que bien podrían conformar un círculo tan temible y enredado como el de los Corleone. El texto se basa más bien en los personajes que estaban fuera del crimen, pero que vieron su vida trastocada —y en algunos casos, arrollada— por la prisa que tenía Monty. Prisa por comerse el mundo. Son personajes que juzgan internamente a su amigo, amante o hijo; que saben lo erróneo de sus acciones, y que deben cargar con esa punzante culpa de no haberlo sacado del averno a tiempo. Siempre pensamos eso, ¿no es así? “Si yo hubiera hecho tal o cuál, esa persona habría terminado con bien.” Pero, ¿dónde termina el dominio de los semejantes? ¿Dónde comienza el territorio inalcanzable de las decisiones y los errores propios? ¿Deben éstos, sin falta, ser enfrentados en soledad?

Mientras uno lee ésta novela es imposible no preguntarse qué tan malo es en verdad el crimen. ¿Se diferencia tanto de las fechorías que cometemos día a día? Puede ser que el criminal no sea criminal sólo por robar un banco o acuchillar a algún mafioso, sino por romper con ello los corazones de todos quienes confiaron en él. Pero todos rompemos corazones, y todos somos traicionados. ¿Debe la libertad ser quitada a cualquier chico que corra con mala guía y espíritu indomado? Hacia el final del libro, éste se concentra más en los miedos de Monty —miedos que no había dejado ver hasta entonces. Y al parecer no le importa tanto perder a sus amigos, a su familia, a su chica o a su apartamento de lujo. Sólo quiere ser libre, tener el chance de irse lejos y equivocarse de nuevo, pero esta vez con consciencia. En el fondo su error, el error que muchos cometemos, y que puede terminar por costarnos la vida, fue soñar con demasiado ímpetu. Se olvidó de lo importante, lo que nunca debe ser dejado atrás: las personas que tenemos, todo eso que no se puede medir con la chequera, y la capacidad de dormir por la noche con la mente tranquila. Sólo si cuidamos todo eso, nuestros sueños llevarán nuestra vida por caminos que no desemboquen en la nada; y con ellos podremos, en vez de destruir, crear toda una vida; una vida de soledades menos turbias, tranquila, quizá menos desenfrenada, pero libre —irreparablemente libre.

¿Veis la suerte que tenemos de estar aquí? Todo esto, todos vosotros estuvisteis a punto de no existir nunca. Esta vida entera estuvo a punto de no existir nunca.

La novela ha sido descontinuada, pero pueden comprar el original en inglés aquí y esperar hallarla en castellano en un remate algún día. 
La edición es de Umbriel.
Recientemente salió a la venta una colección de cuentos de Benioff, así que con algo de suerte  habrá reimpresión en algún tiempo.

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