· The
Bridge of San Luis Rey
· Thornton
Wilder [EU]
· Primera
edición: 1927
· Novela corta
Hay quien dice que, por mucho que nos esforcemos,
jamás sabremos nada de los que tanto nos importa saber, y que el hombre es para
los dioses lo mismo que la mosca que mata el niño un día de verano; pero hay
también quien dice que ni una sola pluma pierde el gorrión que no hay hecho
caer el dedo del señor.
Creo que no soy una figura solitaria al
declarar que me aburre lo que huela a religión. No estoy buscando eso en mis
incursiones literarias, y ocasionalmente llego a sentir cierto prejuicio por
los textos que basan su premisa en la divinidad —sobre todo, por cuestiones
geográficas, en la cristiana o católica. Hace poco tiempo me enfrenté a un
poeta llamado Gerard Manley Hopkins, a quien juzgué terriblemente temprano por
esta causa; y bueno, con títulos como Belleza
pía o La grandeza de Dios, verán
a lo que me refiero. Pero hay ocasiones en que detrás de esa mascarada, que
podría parecer tan obsoleta en nuestros tiempos, se encuentra una historia cuya
belleza trasciende las barreras de la religión en que se basa; e incluso parece
proclamar que Dios se encuentra en otro lugar, no en donde solemos buscarlo, y
que es un ente sin rostro, muy parecido al destino.
El libro llegó a mí por una razón tan
simple que parece insultar. Necesitaba cambio de un billete grande. El nombre
sonaba familiar, el precio era irrisorio y la encuadernación parecía de fiar.
Después comencé a tener problemas dilatando mi curiosidad por él. Se veía tan
corto que daban ganas de hincarle el diente aun a la mitad del semestre
escolar, y eso fue lo que terminé haciendo en el periodo de un fin de semana
lento. La historia abre con la crónica de una misión experimental: la de un
fraile en busca de una muestra clara de su Dios. Como el libro relata desde su oración
inicial, el 20 de julio de 1714 el puente de más renombre en la colonia Peruana
se vino abajo, reclamando las vidas de 5 personas. Fray Junípero, un testigo de
los hechos, se embarca en pos de derribar el aparente azar de este hecho.
Quiere demostrar, con pruebas matemáticas y teológicas, que estos 5 personajes
tenían una razón para morir dentro del plan divino. De este modo, y aunque el
resto de la novela no es la aventura de Fray Junípero, la raíz de la historia
es la búsqueda de un sentido, de un Dios. A pesar de esto, y de que la iglesia
se inmiscuye varias veces en la narrativa, el desarrollo nunca se siente
forzado. La figura prominente no es Jesús, ni su crucifijo, sino algo mucho más
universal: la redención y el amor.
Contempló la silueta dentada de los Andes, y los
raudales de estrellas que surcaban eternamente el cielo; y por milésima vez
vio, suspendido en el aire, el grácil fantasma de ojos dulces y voz de plata,
que por milésima vez le murmuraba: “Vuelve pronto…”
El lenguaje, más allá de algunos arcaísmos
atribuibles a su locación cronológica, es fácil de entender, y sobre todo muy
rápido. Como ya he mencionado, la extensión de la novela la hace ideal para una
lectura rápida. Esto no es, de ninguna forma, decir que sea un libro para
leerse rápido y olvidar de igual modo. Esto sucede porque es una historia que
busca dejar un mensaje, y lo logra espléndidamente a través de una constelación
de personajes muy representativos de la América colonial. Por esto, considero
que el libro es más cercano a nosotros, hispanohablantes, de lo que podrá jamás
ser para un estadounidense, a pesar de haber sido escrito por uno. Wilder
incluso, demostrando sus dotes de investigación y sus viajes, incluye un par de
personajes con fundamento histórico. La trama y sus tiempos son ficticios,
pero todo resulta verosímil e incluso entramado con la realidad de esas
colonias en donde la religión y las costumbres dictaban por encima del corazón.
Otro aspecto de este libro es su relativo
estatus como one-hit-wonder. Al menos dentro del gran canon literario, no hay
otro libro de Thornton Wilder con un impacto similar. Mi edición viene con una
nota introductoria extremadamente halagüeña, en la que el traductor habla de
las dotes innegables del autor; incluso apuntando que su novela subsecuente, La mujer de Andros, podría considerarse
mejor a esta. Sin ridiculizar su punto de vista, pues es muy difícil hacer
juicios de valor en tiempo presente, es obvio que los años lo han probado
equivocado. Nunca he visto una copia de La
mujer de Andros, y Amazon, la todopoderosa tienda en línea, sólo posee 2
ejemplares en existencia. No veo esto como un fracaso, o un golpe de suerte. Me
parece más bien que Wilder era un buen escritor, cuyo interior contenía una
novela enorme. Suele pasar, y podría parecer triste, pero es mejor que esta
novela exista. Y créanme, a pesar de sus menos de 200 páginas, no es un legado
nada despreciable.
Al contrario, es la clase de libro que
cualquiera puede aspirar a escribir un día. Una historia redonda, con
personajes bien moldeados, una trama enredada de la mejor forma, sin tropiezos,
y pasajes que combinan a la perfección lo que tanto nos gusta en las letras: la
suavidad, el misterio, el dolor, el júbilo, el humor —cuyo manejo es
sorprendentemente sutil—, la belleza gráfica, y el realismo. Todo en beneficio
de un mensaje exquisito, y sobre todo cierto, aunque nos duela aceptarlo en
este mundo tan crudo en que vivimos. A veces pareciera que la vida obsequia al
más oportunista, o que la única salida del gran enredo cósmico es convertirse
en una piedra; cerrarse a los sentimientos. Pero no es así, nos dice éste
libro, hay un mejor propósito. Uno que puede limpiar toda mancha del historial
de nuestro lívido, frágil existir, que trasciende la historia, las fronteras, y
hasta a Dios mismo:
Hay un país de los vivos y un país de los muertos, y
el puente entre ambos, la única cosa que subsiste, lo único que cuenta, es el
amor.
¿Ustedes lo creen? Yo sí. Con todas las
caras que éste pueda presentar. Es nuestra única puerta a la tranquilidad real
aunque, como todo, tiene un lado oscuro; cual el afluente de un río profundo,
tragando los restos de un puente de juncos.
Yoyo USA (Audiolibro): $148
Factoría: $170
Emecé: $61
Disponible en:
- Gandhi
- El Sótano
- Porrúa
- FCE
Nota: Gandhi y FCE sólo manejan audiolibro, personalmente (siendo un purista) prefiero versiones impresas. Además son del mismo precio o más económicas en éste caso.
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