“Si la Revolución francesa tuviera que repetirse eternamente, la historiografía francesa estaría menos orgullosa de Robespierre.”
Celos, traiciones, muerte, debilidades, paradojas, mentiras, verdades a medias, mentiras verdaderas, farsas: una historia de amor. Una historia de amor como hay pocas, debo añadir. Este libro rondo por mi cabeza por varios años, estaba en uno de los libreros de casa de mis abuelos y lo veía siempre que buscaba algo nuevo que empezar, pero lo ignoraba. La razón para esta renitencia es, a decir verdad, muy sencilla: pensaba que se trataba de un libro de filosofía. Alguna vez lo abrí al azar y me encontré ante el nombre de Nietzsche, esto bastó para que no lo volviera a considerar. No tengo nada contra la filosofía, pero realmente es una materia que nunca se me ha dado y encontrarme con el nombre de Nietzsche me cerró el camino hacia un gran libro. Incluso el título me parecía poco llamativo; como podrán ver, parecía condenado a no dejar huella alguna en mi vida. Su oportunidad llegó por una recomendación. Lo vi en una lista de Algarabía: “50 libros que no te puedes perder” y después un amigo lo mencionó con la posibilidad de que me gustase, y la verdad acertó.
Sí, tiene mucho de filosofía impregnada en sus hojas. Hay una sección entera dedicada a recordarnos que es una historia y nada más, que sus personajes son ficticios y que viven en un mundo donde sus decisiones los condenan, donde el eterno retorno parece inminente —una vida que se repite hasta la eternidad— la carga más tensa de la vida y a su vez la completa plenitud, el peso de la misma. Luego tenemos la levedad, la usencia absoluta de carga, el distanciamiento de la tierra y de todo terreno real. Movimientos completamente libres, pero insignificantes; el abandono del infinito retorno. ¿Y qué tiene que ver todo esto con una novela de amor? En la sencilla idea de que todo amante es complemento y contrario del amado y viceversa. Para Parménides el mundo funcionaba bajo el principio mismo de los contrario: luz/oscuridad, calor/frío, sutil/tosco, positivo/negativo… ¿peso/levedad?
La historia nos plantea esto desde un principio, ¿cuál de estos dos es positivo y cuál negativo? ¿Es preferible morir bajo el peso, o ser ceniza y ser llevado por el viento? Es una incógnita, una contradicción. Y después de todo esto, después de plantearnos que es lo preferimos, encontramos a Tomás, de pie junto a la ventana, mirando al patio del edificio de enfrente sin saber que hacer. Lo ha invadido el peso, el peso del amor. La cumbre de su vida ha llegado con una mujer llamada Teresa, una mujer que llegó por siete coincidencias a su vida. ¿Les ha ocurrido? Conocer a alguien, alguien completamente ajeno que parecía destinado a jamás llegar. Alguien que se cruza en su camino por pequeños errores de cálculo y termina siendo un giro completo en sus vidas.
“Miraba a través del patio la sucia pared y se daba cuenta de que no sabía si se trataba de histeria o de amor.”
Entonces el amor se ha vuelto el peso, porque Teresa sencillamente necesita de Tomás, lo ha conocido por la casualidad y su atención hacia él fue por un libro; ha compactado su vida en una maleta dispuesta a seguirlo, ha tocado a su puerta y le ha ofrecido la oportunidad de una nueva vida para ambos que inicia con aquella maleta. Escaparán juntos de Praga de una invasión Rusa y luego ella escapará de él por algo que parecen celos y nunca terminan de serlo. Por el miedo de la muerta a la que está condenada en sus sueños. Y él puede irá a buscarla hasta la tierra más hostil, será ahora la compasión la que uno sus destinos: Muss es sein? Es muss sein! Es muss sein! (¿Tiene que ser?, ¡Tiene que ser!, ¡Tiene que ser!) eso se repite Tomás, tiene que ser. Será el peso lo que los mantenga juntos. A pesar de las aventuras de Tomás, las miles de mujeres y camas que pasan por su vida, será Teresa quien permanece porque no se ha permitido formar recuerdos en su memoria poética —aquello que nos ha conmovido, nos ha encantado, y ha hecho hermosa nuestra vida— con ninguna otra mujer.
"El amor no se manifiesta en el deseo de acostarse con alguien (este deseo se produce en relación a una cantidad innumerable de mujeres), sino en el deseo de dormir junto a alguien (este deseo se produce en relación con una única mujer)"
Dentro de la historia existe otra historia. Ahora que presenté al peso viene la levedad: la levedad de Sabina, amante y amiga de Tomás. La libertad con la que esta mujer desarrolla su vida es la de una artista condenada al partido comunista, una universitaria arrastrada a las huelgas y manifestaciones donde sólo abre la boca sin pronunciar grito alguno. Su levedad es producto de la traición, una traición que consiste en abandonar las propias filas y aventurarse hacia lo desconocido. No siente celos de Teresa, no tiene por qué. Su historia se desarrolla paralela a la de Tomás, pero será Franz quien sufra el peso de amarla y perderla. Un hombre que cierra los ojos al hacer el amor, incapaz de dejar a una mujer y a una hija que necesitan la perpetua mirada de admiración puesta sobre ellas, todas de un público desconocido que se encuentra escondido en la oscuridad del teatro; un hombre dedicado a la ciencia, lleno de prestigio y que no logra ser feliz bajo ninguna condición si no es la de amar a Sabina como una diosa, esperando siempre su aprobación.
“Para Franz el amor significaba la permanente espera de un ataque.”
A pesar de todo esto vive en un mundo aparte del de Sabina. No logra comprenderla más que como una mártir. Y ella no logra comprenderlo a él, así como no logra establecer un contacto real con el mundo que la rodea. Después de traicionar a su familia, a su amante, a su patria y a ella misma, pareciera que no puede hacer nada más que arrepentirse de esto. Escapa de Praga, luego de Suiza, escapa de Franz y cada vez llega más lejos, ninguna decisión en su vida es de peso. Es el alma misma de la levedad la que arrebata sus paciones y la arrastra al límite del desenfreno donde el único recuerdo que la acompaña es un sombrero de hombre, patrimonio de un abuelo o bisabuelo que fue alcalde de un pueblo ya desaparecido por el tiempo.
¿Peso o levedad? ¿Deber o traición? Probablemente esta sea una de las historias más frías y amargas que he leído. Culmina por el deber que tiene el escritor con el punto final de toda historia, pero su paso por mi vida lleva la levedad de ser sólo un libro. Alma y cuerpo, forma y contenido. Todo deber ser unido, como a Tomás y Teresa los unieron siete coincidencias que en algún momento maldicen, y todo esta condenado a marchitarse, como Franz y su última y desesperada aventura de quedar bien frente a su diosa. Amor, deseo, idealismo. Pareciera cosa de todos los días, pareciera lo ordinario de una vida que ya no nos sorprende.
“La historia es igual de leve que una vida humana singular, insoportablemente leve, leve como una pluma, como el polvo que flota, como aquello que mañana ya no existirá.”
TusQuets Editores: $139
Disponible en:
-Gandhi
-El Sótano
-Porrúa
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