domingo, 23 de junio de 2013

Orizaba 210 Blues

  • Jack Kerouac
  • Primera edición: 1954-61
  • Poemario

⋆⋆⋆

The poets in owlish old rooms
who write bent over words
know that words were invented
Because nothing was nothing


No sé qué hacer con Kerouac. No me decido a alabarlo ni podría lanzarme a condenarlo, y creo que de ese modo se van a quedar las cosas. Cada que me encuentro con él, su estilo me desfasa, ataca lo que yo concibo como buena escritura y lo rechaza, riéndose todo el camino. Dicho eso, siempre había imaginado que me agradaría más consistentemente como poeta que como narrador, puesto que su libre asociación de ideas e imágenes le va mejor al poema que a la novela, en teoría. Al poema se le permite revolotear con libertad siguiendo un curso espontaneo. De la novela esperamos un plan y una resolución, incluso si esa resolución nos regresa al principio. Esperamos solidez de un narrador, cosa que Kerouac no tiene: sus narraciones no parecen transitar en ninguna dirección, sino que yuxtaponen los fragmentos inconexos a partir de los cuales se forma la vida con una libertad que sólo se puede llamar poética.

Otra de las cosas que me inquietan sobre Kerouac es que no era un creador. Podía alterar la realidad del modo que uno añade color o sombra a una fotografía, pero no podía inventarse un paisaje inexistente. Alguna vez me quejaba, mientras leía un cuento suyo, de que hubiera pasado casi toda su vida escribiendo sobre sí mismo y sobre ninguna otra cosa. Esto no deja de irritarme un poco, pero, considerándolo más a fondo, es posible que en ello recaiga precisamente el mayor valor de su escritura. Como ningún otro autor de su corriente, fue un extenso documentalista de lo que era ser Beat. Claro que embellecía las cosas o las exageraba a veces, pero esa exageración era parte del significado de su generación —¿o qué otra cosa cabe esperar de una bandada de chicos abandonados que creen ser ángeles y diablos al mismo tiempo? Aun así, si leo su narrativa me es inevitable no pensar que la historia no es una historia, que el movimiento no me lleva a algún lado, que estoy leyendo algo que sería mejor puesto en versos. Bueno, ahora leí algunos de sus versos, ¿y qué ha pasado? De nuevo no estoy seguro.



Verán, Orizaba 210 Blues es un pequeño poemario publicado como parte de su Book of Blues, y escrito en los 50’s en un departamento en la calle de Orizaba, en la Ciudad de México. Eso suena casi a profesionalismo, pero no lo es. Es como leer el cuaderno de poemas de un compañero de clase. No sé qué pensar sobre estos poemas porque una parte de mí siente que no fueron creados para que yo opinara algo. Son increíblemente personales, hasta crípticos para todo aquél que no sea Jack Kerouac. Por ejemplo, tenemos cosas inexplicables como esta: 


Dom dum dom domry
Dom—dom—hahem—
Sum—(creeeeee!)—Hnf—
Shh—Hnf—Shh—Haf
Shhh—Shhh—Hiffff—
—Ma—
Snffff—(bing bring, se ting)
—"Yo conee na nache"—
D ding—d ding—d-ding— 
Personalmente me cuesta creer que eso sea un poema hecho con la intención de que las grandes audiencias mundiales lo leyeran. Apenas puedo creer que sea un poema. Y sin embargo este pequeño libro también contiene pequeñas joyas, como atañe a cualquier pieza de escritura firmada por un tipo con esta cantidad de talento —aunque sea privada y falta de premeditación. Y es que aquí convive el total desparpajo con la total brillantez, la completa confusión con la más aguda percepción. Aquí podemos encontrar “poemas” como el que está arriba de estas líneas, y también aplanadoras de genio como esta:

No,—what is God?
The impossible, the impeachable
Unimpeachable Prezi-dent
of the Pepsodent Universe
but with no body & no brain
no business and no tie
no candle and no high
no wise and no smart guy
no nothing, no no nothing,
no anything, no-word, yes-word,
everything, anything, God,
the guy that aint a guy,
the thing that cant be
and can
and is
and isnt


¿Qué se hace con un libro como este? ¿Con un escritor como este? La ambivalencia es desconcertante.

Pensé que me sentiría más cómodo acerca de Kerouac en un entorno poético, que no exigiera trama. Pero no me encuentro más cómodo en realidad, porque incluso en forma de poemario el autor es a menudo demasiado personal para ser enteramente comprendido. Admito que la subjetividad Beat me rebasa muchas veces mientras lo leo. Pero reconozco que de pronto logra llegar a un punto álgido e inesperado que me conmueve del modo que sólo los grandes poetas pueden hacerlo. Supongo que lo más sabio es simplemente aceptar que nunca voy a estar cómodo y en paz total con Jack. Aceptar que es un autor incómodo, difícil, extraño, y tratar de tomar lo mejor que se pueda de él. Y es que las gemas que produce entre el lodazal en verdad valen la pena. Tienen humor, inventiva, pero sobre todo una inocencia cautivadora, un espíritu capaz de embelesarse con la belleza de una palabra (balloons) a tal punto de hacerla resonar hasta que se descompone y parece volar libre tal como la cosa que describe (B  A  L  L  O  O  N  S).

Ahora, hay algo de lo que debemos hablar. El libro vale la pena, pero la única traducción disponible es espantosa a niveles épicos. En el canto 20 Kerouac dice “a horse/fork a horse/and head for old Mexico”, lo que Jaime García-Robles traduce como “un caballoooo monta un caballooo/y se exhibe por todo México”. Cambia dos verbos, alarga caballo sin razón alguna y quita una división de verso. Y es así de inepto la mayor parte del tiempo. En un poema un personaje se quema encendiendo una colilla de cigarro (cigarette butt), pero Kerouac omite el cigarette; en vez de asumir que “lighting a butt” se trata de eso, como toda persona con conocimiento del idioma y sentido común haría, Robles, espeluznantemente, dice “encendió su trasero”. Esto muestra una falta de conocimiento sobre las minucias y frases hechas del idioma inglés que no puedo siquiera comenzar a comprender, y vuelve a mostrar la manera tan descarada que tiene este “traductor” de cambiar los verbos y objetos, porque incluso si perdonáramos su error, “lighting a butt” en ningún momento es reflexivo; incluso si el objeto fuera un trasero, nunca sería el trasero del personaje. Así que tengan cuidado: si compran esta edición, vean los poemas y familiarícense con ellos, pero no se queden con la interpretación de Robles. Vayan al original. Quizá no comprendan todo, pero incluso con un inglés perfecto nadie podría descifrar por entero a este enigma de escritor, así que intenten. La belleza está ahí, aunque quizá deban trabajar más que con otros autores para encontrarla. Pero qué se le hace. No todos los genios pueden estar cuerdos.



Someday they'll have monuments
set up to reverend the mad
people of today in madhouses
As early pioneers in the knowing
that when you lose your reason
you attain highest perfect knowing

Laberinto (SI LA COMPRAN, YA SABEN A QUÉ ATENERSE): $90
Disponible en:
-Gandhi
-El Sótano
-Porrúa
-FCE
-El Péndulo
 

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