- Mark Forsyth [Inglaterra]
- Primera edición: 2011
- Ensayo/lingüística
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[Como verán, esta reseña es la primera en incluír estrellas para calificar. Esto es para que puedan saber nuestra opinión de un modo rápido, si es que no tienen tiempo de leer todo el artículo, ya que sabemos que nuestras reseñas son algo largas. La calificación máxima es de 5 estrellas. Díganos qué piensan aquí o en Facebook. Y sí, trataremos de asignar estrellas a las reseñas pasadas a la brevedad.]
[Como verán, esta reseña es la primera en incluír estrellas para calificar. Esto es para que puedan saber nuestra opinión de un modo rápido, si es que no tienen tiempo de leer todo el artículo, ya que sabemos que nuestras reseñas son algo largas. La calificación máxima es de 5 estrellas. Díganos qué piensan aquí o en Facebook. Y sí, trataremos de asignar estrellas a las reseñas pasadas a la brevedad.]
[…]aún había más cosas qué decir. Siempre las hay,
¿saben? Siempre hay una conexión extra, un puente que une dos palabras que el
mundo cree, con ingenuidad, están separadas por completo.
No sé cuántos de ustedes, amables
lectores, sepan que las dos personas que hacemos este blog estudiamos letras
inglesas. Bueno, pues al menos yo no las estudio por el aspecto lingüístico. Me
gusta lo que hay detrás de las palabras, los significados detrás de las
historias, pero no me atraen las palabras mismas. Por eso mismo no se me da
mucho leer poetas del estilo de Octavio Paz; es decir poetas que conectan
palabra tras palabra simbólicamente y con desprecio, muchas veces, a un hilo de
coherencia tradicional; autores que privilegian al sonido sobre el fondo. No me
gusta la gramática, no me llama la fonética. Para mí hay belleza en las
palabras, sí, pero mayormente por lo que pueden esconder y revelar. Mas hay
casos en que las palabras se esconden y revelan sólo a sí mismas y a los
hombres que las moldearon. Eso es la etimología: arqueología verbal. Es
desenterrar el curiosísimo modo en que las palabras van dando a luz a otras
palabras, infinitas palabras que forman el textil verbal inmenso en que vivimos
cada día.
Vista así, la etimología suena a
una tarea para hombres barbados y viejos, que muy probablemente vistan togas y
anteojos redondos. Quizá lo sea en su mayor parte, o al menos en sus escalones
más académicos —pero no, no siempre. Nuestro libro en cuestión, The Etymologicon, es tarea de un
apasionado bloguero inglés que dedica su vida a encontrar las conexiones más recónditas
del idioma inglés, para luego transcribirlas en un estilo que recuerda más a la
comedia de Monty Python o The Blackadder (o de G. K. Chesterton, para quienes no vean mucha televisión) que a un libro de lingüística
dura. El resultado es muy simple: un trayecto histórico por el devenir de las
palabras inglesas que hasta yo puedo disfrutar, aunque normalmente no me
atraigan las palabras en estado puro y solitario.
¿Y eso qué? ¿Nos importa? ¿Nos
sirve de algo? De bastante, resulta, si es que les gusta el chisme histórico y
la anécdota “inútil” para entretener en las conversaciones (y yo sé que sí les
gusta). El viaje emprendido por Forsyth se limita al idioma inglés, es cierto,
pero resulta que éste es singularmente flexible a la hora de incluir
extranjerismos, además de contar con una notable influencia en la formación de
palabras universales en occidente —así que nos encontramos en estas páginas con
narraciones literarias muy interesantes para cualquier lector asiduo de cualquier parte del mundo, como la
creación de la palabra ‘Robot’ a manos de Karel Ĉapek o la historia detrás del
nombre ‘Wendy’ en Peter Pan. Todo
esto marcado por el estilo ligero y natural del autor, que nunca suena como un
sabelotodo académico sino como un amigo (sabelotodo, sí) departiendo con una
taza de té al lado. Encontrarán aquí más literatura de la que pueden esperar, de hecho,
siendo que Forsyth se esmera en mostrarnos cómo Starbucks —esa cadena de
bebidas omnipresente que se reproduce a ritmo de plaga— tiene mucho que ver con
Herman Melville, o bien cómo es que el primer diccionario Oxford habría sido
imposible sin la labor de un paciente mental (una historia que ya les contaré completa
en otra reseña, por cierto).
Esta será una reseña corta porque
la verdad es que no hay mucho que decir. No hay mucho que analizar. No hay una
historia en sí, más que la historia eterna de las palabras que traen palabras
que traen palabras —y esa es una historia que importa, claro, pero que está mejor en
manos de arqueólogos verbales como Forsyth que en las mías. Lo que sí les diré
es que The Etymologicon importa por
dos cosas: 1) nos hace interesarnos a mares por algo que no es precisamente un
hobby popular, y eso siempre es enriquecedor, y 2) nos enseña que el estudio
intenso (porque ninguna cantidad de humor oculta que Forsyth pasó cientos de
horas investigando su libro) no está peleado con la ligereza al momento de
transmitir conocimiento. Esta es una lección que nos hace falta aprender, creo
yo, en el mundo hispano. Aquí somos muy dados a poner al intelectual sobre una
columna de mármol y publicar todos los libros que huelan a investigación
extensiva con una portada beige que sólo compran en la Facultad de Sociología.
Creo que es una barrera que debemos trascender, ya que cuando lo hagamos
veremos claramente que entender las pequeñas y grandes cosas que forman nuestro
entorno no es un asunto solemne, sino un asunto meramente humano, que puede
incluir risas, absurdos y momentos de feliz coincidencia, como el de que “ahora
nos sea posible entrar a internet y usar el navegador Mozilla para ver fotos de
chicas en Bikini, sabiendo que ambas palabras salieron del mismo evento”.
Berkley Publishing Group: $250
Disponible en:
-Gandhi (bajo pedido)
Comento menos de una vez al año, pero en serio que soy lectora asidua del blog. He tomado de sus reseñas decenas de libros para mi "Lista de libros por leer antes de morir" :)
ResponderEliminarAsí que bueno, para no dejar su pregunta al aire, paso a comentar que me agrada lo de las estrellas... entiendo que sea difícil calificar un libro sólo con una escala de 1/5, pero puede ayudar a darse una idea.
Por cierto, este libro me parece muy interesante.
Yo soy de las pocas de letras que se van por el lado lingüístico *0*
Eso, saludos.