viernes, 24 de enero de 2014

The Etymologicon: A Circular Stroll through the Hidden Connections of the English Language



  • Mark Forsyth [Inglaterra]
  • Primera edición: 2011
  • Ensayo/lingüística
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[Como verán, esta reseña es la primera en incluír estrellas para calificar. Esto es para que puedan saber nuestra opinión de un modo rápido, si es que no tienen tiempo de leer todo el artículo, ya que sabemos que nuestras reseñas son algo largas. La calificación máxima es de 5 estrellas. Díganos qué piensan aquí o en Facebook. Y sí, trataremos de asignar estrellas a las reseñas pasadas a la brevedad.]

[…]aún había más cosas qué decir. Siempre las hay, ¿saben? Siempre hay una conexión extra, un puente que une dos palabras que el mundo cree, con ingenuidad, están separadas por completo.

No sé cuántos de ustedes, amables lectores, sepan que las dos personas que hacemos este blog estudiamos letras inglesas. Bueno, pues al menos yo no las estudio por el aspecto lingüístico. Me gusta lo que hay detrás de las palabras, los significados detrás de las historias, pero no me atraen las palabras mismas. Por eso mismo no se me da mucho leer poetas del estilo de Octavio Paz; es decir poetas que conectan palabra tras palabra simbólicamente y con desprecio, muchas veces, a un hilo de coherencia tradicional; autores que privilegian al sonido sobre el fondo. No me gusta la gramática, no me llama la fonética. Para mí hay belleza en las palabras, sí, pero mayormente por lo que pueden esconder y revelar. Mas hay casos en que las palabras se esconden y revelan sólo a sí mismas y a los hombres que las moldearon. Eso es la etimología: arqueología verbal. Es desenterrar el curiosísimo modo en que las palabras van dando a luz a otras palabras, infinitas palabras que forman el textil verbal inmenso en que vivimos cada día.

Vista así, la etimología suena a una tarea para hombres barbados y viejos, que muy probablemente vistan togas y anteojos redondos. Quizá lo sea en su mayor parte, o al menos en sus escalones más académicos —pero no, no siempre. Nuestro libro en cuestión, The Etymologicon, es tarea de un apasionado bloguero inglés que dedica su vida a encontrar las conexiones más recónditas del idioma inglés, para luego transcribirlas en un estilo que recuerda más a la comedia de Monty Python o The Blackadder (o de G. K. Chesterton, para quienes no vean mucha televisión) que a un libro de lingüística dura. El resultado es muy simple: un trayecto histórico por el devenir de las palabras inglesas que hasta yo puedo disfrutar, aunque normalmente no me atraigan las palabras en estado puro y solitario.
¿Y eso qué? ¿Nos importa? ¿Nos sirve de algo? De bastante, resulta, si es que les gusta el chisme histórico y la anécdota “inútil” para entretener en las conversaciones (y yo sé que sí les gusta). El viaje emprendido por Forsyth se limita al idioma inglés, es cierto, pero resulta que éste es singularmente flexible a la hora de incluir extranjerismos, además de contar con una notable influencia en la formación de palabras universales en occidente —así que nos encontramos en estas páginas con narraciones literarias muy interesantes para cualquier lector asiduo de cualquier parte del mundo, como la creación de la palabra ‘Robot’ a manos de Karel Ĉapek o la historia detrás del nombre ‘Wendy’ en Peter Pan. Todo esto marcado por el estilo ligero y natural del autor, que nunca suena como un sabelotodo académico sino como un amigo (sabelotodo, sí) departiendo con una taza de té al lado. Encontrarán aquí más literatura de la que pueden esperar, de hecho, siendo que Forsyth se esmera en mostrarnos cómo Starbucks —esa cadena de bebidas omnipresente que se reproduce a ritmo de plaga— tiene mucho que ver con Herman Melville, o bien cómo es que el primer diccionario Oxford habría sido imposible sin la labor de un paciente mental (una historia que ya les contaré completa en otra reseña, por cierto).

Esta será una reseña corta porque la verdad es que no hay mucho que decir. No hay mucho que analizar. No hay una historia en sí, más que la historia eterna de las palabras que traen palabras que traen palabras —y esa es una historia que importa, claro, pero que está mejor en manos de arqueólogos verbales como Forsyth que en las mías. Lo que sí les diré es que The Etymologicon importa por dos cosas: 1) nos hace interesarnos a mares por algo que no es precisamente un hobby popular, y eso siempre es enriquecedor, y 2) nos enseña que el estudio intenso (porque ninguna cantidad de humor oculta que Forsyth pasó cientos de horas investigando su libro) no está peleado con la ligereza al momento de transmitir conocimiento. Esta es una lección que nos hace falta aprender, creo yo, en el mundo hispano. Aquí somos muy dados a poner al intelectual sobre una columna de mármol y publicar todos los libros que huelan a investigación extensiva con una portada beige que sólo compran en la Facultad de Sociología. Creo que es una barrera que debemos trascender, ya que cuando lo hagamos veremos claramente que entender las pequeñas y grandes cosas que forman nuestro entorno no es un asunto solemne, sino un asunto meramente humano, que puede incluir risas, absurdos y momentos de feliz coincidencia, como el de que “ahora nos sea posible entrar a internet y usar el navegador Mozilla para ver fotos de chicas en Bikini, sabiendo que ambas palabras salieron del mismo evento”.
 

 Berkley Publishing Group: $250
Disponible en:
-Gandhi (bajo pedido)

1 comentario:

  1. Comento menos de una vez al año, pero en serio que soy lectora asidua del blog. He tomado de sus reseñas decenas de libros para mi "Lista de libros por leer antes de morir" :)

    Así que bueno, para no dejar su pregunta al aire, paso a comentar que me agrada lo de las estrellas... entiendo que sea difícil calificar un libro sólo con una escala de 1/5, pero puede ayudar a darse una idea.

    Por cierto, este libro me parece muy interesante.
    Yo soy de las pocas de letras que se van por el lado lingüístico *0*

    Eso, saludos.

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